LA PROMESA Avance Capítulo 670 viernes 5 de septiembre LEOCADIA mató a JANA
La Promesa se sacude con una revelación que cambia para siempre el destino de todos sus personajes: Leocadia fue quien mató a Jana. La revelación, inesperada y brutal, llega como un trueno que retumba en los pasillos del palacio, dejando al descubierto un secreto que hasta ahora había permanecido enterrado bajo capas de mentiras, silencios y manipulaciones. Nadie hubiera imaginado que la mujer, hasta entonces envuelta en un aura de misterio y rencor, fuese capaz de consumar un crimen tan atroz, y sin embargo la verdad emerge como una daga que atraviesa el corazón de Manuel y de todos los que alguna vez creyeron en ella. ¿Por qué lo hizo? ¿Qué razones ocultas pudieron llevarla a levantar la mano contra una muchacha que simbolizaba la esperanza, el amor y la resistencia frente a las intrigas de la marquesa Cruz? Las respuestas comienzan a desplegarse en un capítulo donde la tensión sube hasta el límite, y en el que cada mirada, cada recuerdo y cada palabra cargan con el peso de una tragedia que aún no termina de escribirse. La noche en la que Jana perdió la vida vuelve a escena con una claridad desgarradora en la memoria de Leocadia, obligándola a revivir paso a paso un crimen que marcará para siempre el rumbo de la historia.
La presión sobre Leocadia alcanza niveles insoportables cuando Lorenzo, astuto y despiadado, la acorrala con un chantaje que la obliga a aceptar su plan: entregar la mano de su propia hija en matrimonio para sellar una alianza manchada de manipulación y dolor. La mujer, atrapada entre la amenaza y la culpa, cede a las exigencias del capitán, pero el recuerdo de aquella noche fatídica la atormenta sin descanso, haciéndola presa de un remordimiento que ni su frialdad puede sofocar. Manuel, sin embargo, no se queda de brazos cruzados ante las sombras que lo rodean. En un gesto de independencia y rebeldía que sorprende a todos, decide renunciar a su puesto en la empresa familiar y dar un paso arriesgado pero firme: fundar su propia compañía. Es una decisión que rompe cadenas, que marca un antes y un después en su vida y que lo aleja, aunque sea simbólicamente, del control férreo de su madre y de los fantasmas del pasado que parecen perseguirle sin tregua. El joven demuestra que su amor por Jana y su deseo de libertad siguen guiando sus pasos incluso en medio de la tormenta.
Mientras tanto, Curro se sumerge en una búsqueda desesperada que lo consume día tras día: encontrar a Ángela. Cada intento, cada pista, cada esperanza termina en fracaso, incrementando su angustia y profundizando la desconfianza hacia Lorenzo, cuya sombra se cierne amenazante sobre cada acontecimiento. Curro siente que el capitán oculta más de lo que muestra, y esa sospecha lo impulsa a seguir cavando en un terreno cada vez más peligroso. En contraste, Vera y Lope logran una reconciliación largamente esperada, un reencuentro que despierta ilusiones y ternura, aunque las aspiraciones familiares de ella no tardan en chocar con la dura realidad. Lope, atormentado por la posibilidad de que Federico le oculte la verdad, comienza a perder la confianza, lo que amenaza con quebrar el frágil equilibrio alcanzado. La desconfianza, la incertidumbre y el miedo a la mentira se convierten en protagonistas de una relación que parecía destinada a encontrar la paz, pero que ahora vuelve a tambalearse en medio de secretos no revelados.
En otro rincón del palacio, la vida de los criados tampoco se libra del peso de las decisiones y de las intrigas. Pia y Ricardo se ven obligados a aceptar con resignación la severa decisión de Cristóbal respecto a su futuro en la Promesa, una imposición que los hiere en lo más profundo y que amenaza con desmoronar los cimientos de la servidumbre. Como si fuera poco, Santos aprovecha la oportunidad para humillar a Ricardo en su primer día como mozo, gozando con la crueldad de quien sabe que tiene el beneplácito del mayordomo. La tensión se palpa incluso en la cocina, donde Candela abre su corazón a Toño y le confiesa secretos del pasado que pueden cambiarlo todo. Le revela que su madre le ocultó ciertas verdades con el fin de protegerlo, un gesto que siembra dudas y que podría transformar para siempre la relación de Toño con Simona, marcada por resentimientos, silencios y heridas no cicatrizadas. En otro frente, María Fernández no logra sostener por más tiempo el peso de un amor imposible: los sentimientos que la unen al padre Samuel. Tras una noche de fiesta, la joven se derrumba, incapaz de reprimir la pasión que la consume, y el sacerdote, atrapado en la encrucijada entre el deber y el deseo, acude a consolarla en un gesto que puede encender un fuego aún más peligroso.
Pero la lucha no se libra solo en los secretos de los pasillos ni en los corazones heridos. Catalina, fortalecida por el apoyo incondicional de sus trabajadores, decide plantar cara al varón de Valladares de una manera pública y humillante que quedará grabada en la memoria de todos. Con valentía acude al palacio junto a sus empleados y, frente a todos, deja en evidencia al noble, provocando en él una herida de orgullo que jamás podrá olvidar. Es el triunfo de una mujer que no se deja doblegar por las imposiciones, que se erige como símbolo de dignidad y justicia en medio de un mundo marcado por el abuso de poder. Así, entre revelaciones letales, recuerdos que desgarran, decisiones valientes y pasiones prohibidas, La Promesa se prepara para cerrar la primera semana de septiembre con un capítulo inolvidable, cargado de giros, emociones y la certeza de que nada volverá a ser como antes. La confesión de que Leocadia mató a Jana no es solo una revelación más: es el detonante de una cadena de acontecimientos que pondrá en jaque a cada personaje y que mantendrá a los espectadores al borde de la desesperación, esperando descubrir hasta dónde puede llegar la oscuridad de los secretos guardados demasiado tiempo.